MATAMOROS, México — Unas 25 moradas precarias fueron incendiadas intencionalmente esta semana en un campamento de migrantes, cerca de la frontera con Texas, según testigos, en una muestra del extremo peligro que supone quedarse varado en México, al que el gobierno del presidente Joe Biden recurre cada vez más para que acoja a personas que huyen de la pobreza y la violencia.
Los incendios tuvieron lugar el miércoles y jueves en un amplio campamento de unas 2,000 personas, la mayoría provenientes de Venezuela, Haití y México, en Matamoros, una ciudad cercana a Brownsville, Texas. Una activista promigrantes dijo que las moradas precarias fueron rociadas con gasolina.
Las personas huyeron cuando se incendiaron sus tiendas, dijo Gladys Cañas, que dirige el grupo Ayudándoles A Triunfar. Los afectados afirman que les dijeron que se marcharan del lugar, agregó.
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La prensa no informó sobre muertos ni lesionados. Sin embargo, unas 25 moradas rudimentarias hechas con plásticos, lonas, ramas y otros materiales fueron incendiadas en una parte poco poblada del campamento. Muchos de los moradores al parecer también perdieron ropa, documentos y otras pertenencias humildes que tenían en el interior.
Margarita, una mexicana que permanece en el campamento, dijo el viernes haber presenciado cuando migrantes de Venezuela gritaban durante el incendio del día anterior.
Tenían niños con ellos y pocas cosas, dijo Margarita, quien solicitó que no se mencionara sus apellidos por temor a que pudiera sucederle algo.
Grupos de delincuentes amenazaron en fecha reciente a los migrantes que cruzan el río fronterizo de manera ilegal, así como a sus guías, dijo Margarita, aunque los extranjeros continúan haciéndolo.
Los malandros a menudo abusan de los migrantes en la zona y les exigen dinero a cambio de permitirles pasar por su territorio.
Sin embargo, Juan José Rodríguez, director general del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, una agencia estatal que coordina sus labores con el gobierno federal mexicano, dijo no tener información de que alguna banda hubiera causado los incendios.
Rodriguez responsabilizó del fuego a un grupo de migrantes y señaló que unas 10 moradas precarias ya abandonadas fueron quemadas. Agregó que al parecer los migrantes provocan los incendios para mostrar su frustración con una aplicación de teléfono celular del gobierno estadounidense mediante la cual se les asignan los turnos para que se presenten en la frontera y puedan solicitar asilo.
Los migrantes aspiran a obtener alguno de los 740 lugares disponibles a diario mediante la aplicación CBPOne, la cual no está excenta de fallas pero que les sirve para ingresar legalmente en Estados Unidos en algún cruce oficial.
El número de migrantes rebasa los lugares disponibles, lo que exacerba las tensiones en las ciudades fronterizas mexicanas que reciben a los migrantes, a menudo en alberges y campamentos como el que se encuentra en Matamoros, estado de Tamaulipas, en el noreste de México.
El año pasado, centenares de migrantes bloquearon un importante cruce para transeúntes entre Tijuana y San Diego hasta que las autoridades controlaron la protesta.
El miércoles en la noche, en Matamoros, unos 200 migrantes se reunieron en el flanco sur de un puente internacional y paralizaron el tránsito en dirección a Estados Unidos, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país (CBP por sus siglas en inglés). Los vehículos lograron reanudar su tránsito después de dos horas y los transeúntes al cabo de cuatro horas.
La CBP no mencionó los incendios en el campamento en México en su comunicado sobre el cierre del puente. Los incendios de las moradas precarias en Matamoros siguieron al ocurrido el 27 de marzo en el que perecieron 40 hombres en un centro de detención de migrantes en la localidad fronteriza de Ciudad Juárez.
El fuego lo causó presuntamente un migrante detenido en protesta por las malas condiciones en las que se encontraban en el lugar, próximo a El Paso, Texas.
El gobierno estadounidense ha recurrido cada vez más a México en momentos en que se dispone a poner fin, el 11 de mayo, a unas restricciones al asilo impuestas durante la pandemia conforme a la llamada autoridad del Título 42.
México comenzó en fecha reciente a aceptar a personas provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que cruzan la frontera de manera irregular y son devueltas a suelo mexicano por Estados Unidos.
El gobierno de Biden también da los últimos toques a una política que niega el asilo a las personas que crucen otro país, como México, para llegar a suelo estadounidense.