Un niño con autismo, de 7 años, de la ciudad de Deltona, condado Volusia, fue hallado sin vida tras haber sido reportado como desaparecido al escapar de su casa la noche del lunes, según autoridades que aún con el hallazgo continúan con la investigación de lo ocurrido.
"Nos entristece informar que hemos recuperado el cuerpo de Charlie del agua", informó la policía este martes.
Las autoridades llevaron una búsqueda exhaustiva en tierra y desde el aire. Lombardy Drive estuvo cerrada en el área de Firefighters Park.
This is another sad reminder of how tragedy strikes in an instant. In light of these recent tragedies, we're working on a community campaign that we hope will help families get extra tools and resources that could prevent loss of life. We will have more details soon.
— Mike Chitwood (@SheriffChitwood) November 26, 2024
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Según el reporte, el niño Charles Newton, identificado como Charlie, corrió hacia el norte por Stillwater Avenue, Deltona, alrededor de las 8 p. m.
Por su condición en el Trastorno del Especto Autista, Charlie no hablaba y podía sentirse atraído por las luces navideñas, así como por los cuerpos de agua. También se sabe que trepaba a los árboles.
En menos de dos semanas en la zona han desaparecido tres niños con autismo, lamentablemente todos hallados ahogados en cuerpos de agua. Uno el 15 de noviembre en Kissimmee y, otro, el 17 de noviembre en Ormond Beach.
ASÍ ERA EL AMBIENTE EN EL QUE VIVÍA CHARLIE
El agente Clark, enviado por la Policía tras el reporte de la desaparición de Charlie, fue quien ha liderado la investigación y estuvo en contacto con Eric Newton y Casey Newton, quienes explicaron cómo salió el niño de la vivienda sin que pudieran seguirlo.
Clark, junto con otros oficiales, realizaron una búsqueda exhaustiva de la residencia que no reveló ningún resultado positivo sobre el paradero del niño. Sin embargo, sí reportaron que la condición de la vivienda era desordenada.
De acuerdo con el reporte, la casa tenía una gran plaga de cucarachas, comida mínima para los tres niños en la casa, aparentemente no había ropa limpia, todos los menores, quienes estaban dentro del Espectro Autista, compartían un dormitorio pequeño con colchones sucios en el piso, el refrigerador estaba cerrado con cadena y el único baño de la residencia estaba cerrado con una cerradura biométrica a la que solo podían acceder Eric y Casey.
La condición general de la casa llevó a los agentes a comunicarse con de Departamento de Niños y Familias (DCF, por su sigla en inglés), que envió a un investigador de guardia a revisar la escena para realizar un control de bienestar y determinó. Este oficial determinó que la casa no era segura para los niños restantes.