BUCAREST — Jill Biden escuchó historias desgarradoras de parte de mujeres y niños ucranianos que escaparon de la guerra y se han refugiado en Rumania. Una madre le relató a la primera dama de Estados Unidos su fuga tras haber estado refugiada en un sótano estrecho y frío con su traumatizada hija de 8 años.
Llegar a Rumania “lo cambió todo para nosotros”, le dijo a Biden Svitlana Golliak, de Járkiv, durante la visita de la primera dama a una escuela pública en Bucarest que esta albergando a niños refugiados.
Golliakd dijo que su hija “se siente mucho mejor aquí … no más llanto, y se ha adaptado muy bien”.
“Pienso que las madres lo hacen todo por sus hijos”, le dijo Biden a Golliak y a las otras mujeres. Añadió que ellas eran “asombrosamente fuertes y resilientes”. La primera dama de EEUU estuvo acompañada por Carmen Iohannis, esposa del presidente rumano, Klaus Iohannis.
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Dijo que su mensaje a las familias era, “estamos con ustedes”. Durante una actividad manual, vio como los niños escribían mensajes en moldes de papel de sus manos. Una niñita ucraniana escribió: “Quiero volver con mi papá”.
Biden dijo a la prensa más adelante que las palabras de la niña fueron “desgarradoras”.
LOS MAESTROS SON CLAVE PARA AYUDAR A LOS MENORES REFUGIADOS
La primera dama elogió al gobierno ucraniano y las organizaciones de socorro por la ayuda humanitaria que les están ofreciendo a los refugiados. En la escuela, vio cómo los maestros están ayudando a algunos de los aproximadamente 900,000 ucranianos que han huido a Rumania desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero.
“Realmente, de muchas maneras, los maestros son el elemento que ayuda a estos niños a lidiar con su trauma y con la emoción y les ayudan a tener un sentido de normalidad”, añadió.
La primera dama estadounidense dijo que veía indicios de esperanza para familias.
“Sintieron que había cierta estructura en sus vidas y estaban recibiendo suministros. Se dieron cuenta de cuanto dinero Estados Unidos le ha estado dando a Ucrania y a la situación de los refugiados y a Rumania para ayudar a los refugiados”, expresó.
LA GIRA DE LA PRIMERA DAMA A LA FRONTERA CON UCRANIA
Esta fue la segunda fase de la esposa del presidente Joe Biden hacia una zona próxima a la frontera con la invadida Ucrania.
El viernes, Jill Biden expresó su agradecimiento a los soldados estadounidenses desplegados en Rumania como resguardo contra una agresión rusa, al comenzar un viaje de cuatro días a Europa para ver personalmente la crisis de refugiados causada por la invasión rusa a Ucrania.
Tras volar desde Washington DC, la primera dama arribó a la Base Aérea Mihail Kogălniceanu en Rumania, cerca del Mar Negro, a tiempo para ayudar a servir la cena a los soldados estadounidenses estacionados allí. Unos 1,600 de los varios miles de soldados desplegados por el presidente Joe Biden en el este de Europa antes de la guerra Rusia-Ucrania fueron enviados a la base, que está a unas 60 millas de la frontera con Ucrania.
Jill Biden sirvió macarrones con queso y papas asadas para los soldados — y los alentó a no olvidarse de las verduras — antes de hablar con grupos pequeños de soldados en las mesas en el comedor. Llevó botellas de kétchup para las tropas, respondiendo a una escasez del condimento en la base.
“Sé es que es difícil para sus familias”, le dijo a un soldado, aludiendo a su propia experiencia cuando su hijo Beau Biden estaba en Irak.
Rumania y Eslovaquia, miembros de la OTAN, tienen fronteras con Ucrania y han aceptado a algunos de los millones de desplazados, mayormente mujeres y niños, que escaparon tras la invasión rusa a finales de febrero, que desató la mayor crisis de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial.
