El presidente Donald Trump autorizó a que ningún lugar quede fuera del alcance de los agentes de inmigración, lo que significa que ni las escuelas, hospitales e iglesias estarán exentas de los operativos para detener a inmigrantes indocumentados.
El decreto señala que no habrá ningún lugar donde una persona que haya entrado de forma ilegal al país pueda sentirse segura.
La primera directriz anula las pautas de acción del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) que restringen aplicar las leyes migratorias en zonas denominadas sensibles, como son las iglesias, escuelas y hospitales.
"Que cosa más difícil para mí. No tengo un manual para seguir cómo le voy yo a decir a Martha: '¿Usted es ilegal o legal? Si es ilegal no puede entrar a la iglesia'", cuestionó Carlos Navarro, pastor de la Iglesia Bautista West Brownsville.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Orlando aquí.
La normativa que limita los sitios donde pueden actuar los agentes de ICE y CBP ha estado vigente desde 2011 y fue respetada por el presidente Trump durante su primer gobierno.
"Todavía no llego a entender. No visualizó cómo podrían hacerlo. No sé si tendrían que presentar ellos una orden, un certificado. Mire venimos de parte de... Por los uniformes y cómo se comportan entenderemos que son las autoridades", añadió Navarro, cuya iglesia está en en Brownsville, Texas.
El pastor tiene años sirviendo a la comunidad de migrantes. Incluso afirma que ha atendido a más de 90,000 personas en los últimos años, por lo que está preocupado por lo que pueda ocurrir en los próximos días.
"En la casa que tenemos como refugio se han quedado más 3,814 personas, se han quedado en el último año y medio. Hemos dado por los últimos cuatro meses de octubre, noviembre, diciembre y parte de enero, más de 3,000 cenas", añadió el pastor.
Mientras el gobierno inicia sus nuevas medidas, el pastor Navarro asegura que continuará brindando alimentos y agua a los migrantes, pero ya no como antes.
"Eso sería afuera de las instalaciones, afueras de nuestra jurisdicción. Afuera de nuestro territorio. Me refiero a una ayuda humanitaria se haría en la calle, donde yo no me exponga a ser estigmatizado", concluyó el pastor.
Mientras el gobierno federal continúa con sus planes, México sigue en espera de recibir los primeros deportados bajo la era del presidente Trump.