FORT LAUDERDALE, Florida — Los abogados del autor de la masacre en una escuela de Parkland, Florida, argumentaron el lunes de que el abuso del alcohol por parte de su madre durante el embarazo le causó problemas de comportamiento graves que a la larga lo llevaron a asesinar a 17 personas en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en febrero de 2018.
Paul Connor, un neuropsicólogo del área de Seattle, señaló que los registros médicos y testimonios de testigos previos muestran que Brenda Woodard bebió alcohol y consumió cocaína durante buena parte de su embarazo antes de su nacimiento en 1998. Lynda y Roger Cruz adoptaron al bebé inmediatamente después de que nació. Woodard, una prostituta de Fort Lauderdale, falleció el año pasado.
Connor, quien testificó vía Zoom, le dijo al jurado que las personas con un espectro de síndrome alcohólico fetal muestran problemas motrices, de control de impulsos, de socialización y de falta de atención desde temprana edad. Testimonios previos de la defensa han demostrado que el acusado padecía estos problemas.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Orlando aquí.
¿QUÉ ES EL SÍNTROME ALCOHÓLICO FETAL?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que el espectro de síndrome alcohólico fetal "son un grupo de afecciones que pueden ocurrir en una persona que estuvo expuesta al alcohol antes del nacimiento".
De acuerdo con la agencia, no hay cantidad segura de alcohol o tipo de bebidas que las embarazadas pueden tomar, por lo que recomiendan evitarlo a toda costa.
Los CDC afirman que una persona con estos trastornos podría llegar a tener: comportamiento hiperactivo, dificultad con la atención, mala memoria, dificultad de aprendizaje, discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo, problemas de visión o audición, problemas con el corazón, los riñones o los huesos y estatura más baja que el promedio.
PROBLEMAS QUE TUVO EL ASESINO CONFESO DE PARKLAND
Las maestras de preescolar de Nikolas Cruz testificaron que no podía correr sin caerse ni usar utensilios. Desde niño se le diagnosticó trastorno por déficit de atención e hiperactividad y sus maestros testificaron que era sumamente ansioso y tenía dificultad para hacer amigos.
Pruebas que se le realizaron a los 5 años revelaron que tenía impedimentos en 10 categorías de intelecto, incluyendo memoria, razonamiento, lenguaje e impulsividad, dijo Connor. Registros presentados ante la corte y testimonios previos mostraron que sufría exabruptos frecuentes en clases y en casa. Cuando estaba en la escuela secundaria comenzó a emitir amenazas.
Connor dijo que el acusado tiene un coeficiente intelectual de 83, de la que dijo es similar a la inteligencia que se les detecta a muchas personas con problemas de alcoholismo fetal y que es ligeramente inferior a la de la población promedio.
Señaló que las pruebas de IQ que se le practicaron a lo largo de su vida arrojaron resultados similares, incluyendo una que le practicó un experto de la fiscalía recientemente.
DEFENSA BUSCA EVITAR PENA DE MUERTE
La abogada de oficio Melisa McNeill, quien lidera la defensa, había dicho en agosto que el consumo sostenido de alcohol y drogas de la madre "envenenó" el cerebro en formación del autor de la matanza.
El objetivo de la defensa de Cruz es lograr convencer al menos a uno de los 12 miembros del jurado de que su cliente sea sentenciado a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, en lugar de pena de muerte, como busca la Fiscalía.
Para la pena capital se necesitan los 12 votos del jurado.