ATLANTA, Georgia — Cientos de personas desafiaron este lunes el clima severo en Atlanta y se se acercaron a la capilla ardiente del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, fallecido el pasado 29 de diciembre a los 100 años de edad y a quien se le tributará un funeral de estado en Washington el próximo jueves.
La capilla ardiente con los restos del exmandatario reposa en el Centro Presidencial Carter de la capital del sureño estado de Georgia, desde donde mañana martes emprenderá el traslado hasta el Capitolio del Congreso de EEUU a bordo de una nave del Ejercito.
Sin embargo, los planes para el funeral de Estado de Carter, que en gran medida se habían establecido desde hace más de una década, siguen evolucionando debido a circunstancias imprevistas.
Los organizadores anunciaron la noche de este lunes un retraso de 90 minutos para todos los eventos de mañana debido a la ola invernal severa que afecta gran parte del territorio nacional. Incluso algunas de las selecciones musicales al aire libre pueden depender del clima.
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Desde el sábado, residentes de Georgia y funcionarios locales han pasado por ese Centro Presidencial Carter fundado en 1982 por el expresidente y su esposa, Rosalynn, para apoyar la resolución de conflictos y defender los derechos humanos alrededor del mundo.
Entre los que han acudido al Centro, donde reposa el féretro cubierto y custodiado por personal militar y agentes locales, figura el gobernador estatal, el republicano Brian Kemp, mientras que personas de diferentes edades han dejado flores, banderas y cartas en honor al expresidente demócrata en la fachada del recinto.
El largo adiós del público a Jimmy Carter comenzó el sábado en Georgia, donde el féretro del 39no presidente, cubierto con la bandera estadounidense, recorrió su pequeña ciudad natal y pasó por la granja de su infancia en su camino hacia Atlanta, donde ascendió en la escala política y basó su prolongado trabajo humanitario tras dejar la Casa Blanca.
INICIAN LOS HONORES EN SU CIUDAD NATAL, PLAINS
El funeral de Estado de seis días del expresidente inició en Americus, en el Centro Médico Phoebe Sumter, donde agentes actuales y antiguos del Servicio Secreto que protegieron al difunto presidente cargaron sus restos en un coche fúnebre negro y caminaron junto a él al salir del campus hacia Plains.
Mientras los hijos, nietos y bisnietos de Carter acompañaban a su patriarca, un triste silbido de tren llenó el aire mientras los portadores del féretro miraban el coche fúnebre, con la mano en el corazón, para una despedida final.
En Plains, donde Carter nació el 1 de octubre de 1924 y vivió la mayor parte de su vida, los dolientes se alinearon en la calle principal, algunos con ramos de flores y botones con imágenes del expresidente.
“Queremos rendirle homenaje”, dijo Will Porter Shelbrock, de 12 años, quien nació más de tres décadas después de que Carter dejara la Casa Blanca en 1981. “Estaba adelantado a su tiempo en lo que intentó hacer y lograr”.
El ataúd ha permanecido accesible al público en la sede de ese centro las 24 horas, y seguirá así hasta las 6:00 hora local, del martes, para poco más de tres horas después una caravana con el ataúd se dirigirá hasta la base aérea de Dobbins, desde donde volará hasta Washington.
Se espera que la nave de la Fuerza Aérea aterrice en la Base Andrews, en Maryland, donde el féretro será colocado en un coche fúnebre para emprender un trayecto que acabará en la Rotonda del Capitolio.
Ahí, a partir de las 3 p.m. los legisladores y personal del Congreso podrán rendir honores al expresidente y unas cuatro horas más tarde lo hará el público.
La capilla ardiente permanecerá abierta hasta la mañana del jueves, cuando será trasladado a la Catedral Nacional de Washington para el funeral de Estado, en la que el presidente, Joe Biden, leerá un panegírico.
Biden ha ordenado el cierre del gobierno federal el día 9 de enero y ha declarado día nacional de luto. También cerrará la bolsa de Nueva York.
Después del oficio en la capital federal, su féretro será nuevamente trasladado en avión a Georgia, para recibir un servicio privado en la Iglesia Bautista Maranatha.
Más tarde, será trasladado al lugar del entierro en la residencia Carter.
El exmandatario, ganador también del Premio Nobel de la Paz en 2002, murió en su hogar en Plains, donde se encontraba recibiendo cuidados paliativos tras recibir tratamiento por una forma agresiva cáncer de piel tipo melanoma.
