Con el año llegando a su fin, el presidente electo Donald Trump regresando a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden saliendo y un nuevo Congreso comenzando el mes próximo, aquí hay un resumen de las principales historias políticas que dieron forma a 2024, en orden descendente.
- El camino fácil de Trump hacia la nominación del Partido Republicano. Es importante recordar que al comienzo del ciclo de 2024, no había garantía de que Trump fuera el candidato presidencial del Partido Republicano.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, estaba cerca de Trump en las primeras encuestas; el senador Tim Scott, republicano por Carolina del Sur, tenía algo de impulso y dinero al principio; y la ex embajadora ante la ONU, Nikki Haley, tenía los ingredientes para ser una formidable contrincante.
Pero al final, Trump ganó todas las nominaciones del Partido Republicano, con las excepciones de Vermont y Washington, D.C.
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Incluso después de su derrota de 2020, el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 y el decepcionante desempeño del partido en las elecciones intermedias de 2022, el dominio de Trump sobre el Partido Republicano quedó en evidencia en las encuestas previas a las primarias, que mostraban que la mitad de los votantes republicanos o más querían que continuara como líder del partido.
- Los desafíos legales de Trump que fracasaron. En 2024, la campaña electoral se dividió en dos partes: la actividad y el drama en los tribunales.
Trump enfrentó cuatro acusaciones separadas y finalmente fue condenado por 34 delitos graves en el caso del dinero para el silencio. Se suponía que todos ellos representarían uno de los momentos decisivos de la elección.
Pero, políticamente, en gran medida solo sirvieron para ayudar a Trump a unir aún más a la base republicana en torno a él. Y muchos de los casos fracasaron después de que Trump pudiera retrasar los procedimientos y la sentencia, y después de que ganara en noviembre.
- El debate presidencial que lo cambió todo. De cara al debate de junio, el más temprano de una elección general que se recuerda, muchos votantes ya tenían dudas sobre la edad del presidente Joe Biden y su aptitud para cumplir otro mandato.
Y el debate no hizo más que confirmar esas preocupaciones, ya que el candidato se trababa con frecuencia al hablar y parecía débil en el escenario.
La actuación hizo sonar de inmediato las alarmas demócratas. Pero Biden prometió que seguiría en la contienda, aunque los llamados desde su propio partido para que se hiciera a un lado se hicieron cada vez más fuertes. Se retiró un mes después.
2. Harris se volvió más popular que Biden (pero no significativamente más popular que Trump). Inmediatamente después de la salida de Biden, el Partido Demócrata se unió en torno a la vicepresidenta Kamala Harris, quien disfrutó de una luna de miel política.
En la última encuesta de NBC News antes de las elecciones, Harris obtuvo una calificación favorable de 43% positiva y 50% negativa (-7 de calificación neta), significativamente más alta que la calificación de Biden de 35% positiva y 52% negativa (-17).
Pero las cifras de Harris no se alejaron mucho de las de Trump: 42% positiva y 51% negativa (-9).
- Las preocupaciones sobre la inflación y la economía condenaron a los demócratas. Al final, fue la economía.
A pesar de la fuerte creación de empleo y la desaceleración de la inflación a su nivel más bajo desde 2021, la mayoría de los votantes estadounidenses no estaban contentos con la economía ni con la gestión de la misma por parte de Biden.
Dos tercios dijeron que los ingresos de su familia estaban quedando por debajo del costo de vida, y solo el 25% de los votantes dijo que las políticas de Biden estaban ayudando a su familia (en comparación con el 44% que dijo eso sobre Trump cuando era presidente), según la encuesta de NBC News.
Y según la encuesta de salida de NBC News, el 32% de los votantes dijo que la economía era su tema más importante, y Trump superó a Harris entre esos votantes por un 81% frente a un 18%.
