La NASA lanzó este lunes una nueva misión a Europa, una luna helada de Júpiter que se cree alberga un vasto océano.
La luna es considerada uno de los lugares más prometedores del sistema solar para buscar vida extraterrestre.
La nave espacial Europa Clipper despegó a las 12:06 p.m. ET, y ahora viajará 1.8 mil millones de millas durante más de cinco años para llegar a Júpiter.
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Ahora, la humanidad está a punto de observar más de cerca la cuarta luna más grande de Júpiter.
El lanzamiento estaba previsto inicialmente para el jueves, pero la NASA se vio obligada a suspenderlo debido al huracán Milton, que tocó tierra a última hora del miércoles en la costa oeste de Florida, cerca de Siesta Key. El Centro Espacial Kennedy permaneció cerrado mientras la tormenta azotaba gran parte de la península de Florida con fuertes vientos y lluvias torrenciales.
El retraso fue un pequeño contratiempo en una misión que ha llevado más de una década de planificación y desarrollo.
"Se siente surrealista", dijo Jordan Evans, director del proyecto de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. "Ha habido batallas a todos los niveles, desde el concepto inicial de la misión hasta su aprobación, pasando por cada hito y superando diversos problemas por el camino. Estar en este punto, viendo cómo se prepara el equipo, es increíble".
Europa Clipper no se embarca en una misión de detección de vida. Más bien estudiará la composición de la luna helada, su estructura interna y su geología. Esa información podría ayudar a los científicos a confirmar si Europa posee los ingredientes adecuados para albergar vida en la actualidad, o si la tuvo en algún momento.
"Estamos buscando un entorno habitable", explica Bonnie Buratti, científica adjunta de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro. "Estamos tratando de encontrar los elementos necesarios para la vida, que son el agua líquida -y estamos bastante seguros de que está ahí-, la química adecuada y la energía, ya sea de la geología activa o de otra cosa, que actúa casi como una batería para impulsar la vida".
Buratti afirmó que existen pruebas científicas sólidas de que bajo la superficie helada de la luna se esconde un vasto océano. De hecho, se calcula que el océano interno de Europa tiene el doble de volumen que todos los océanos de la Tierra juntos, según la NASA.
Está previsto que Europa Clipper entre en la órbita de Júpiter en 2030, tras un viaje de seis años y 1,800 millones de millas.
A lo largo de cuatro años, ofrecerá a los investigadores 49 sobrevuelos cercanos a la luna.
"Definitivamente obtendremos el grosor de la corteza de hielo y si hay pequeños estanques ahí dentro", dijo Buratti. "En cuanto al océano, creo que acabaremos comprendiendo su profundidad".
Para realizar esas observaciones, la nave espacial volará a través de duros entornos de radiación generados por el enorme campo magnético de Júpiter, que según la NASA es unas 20,000 veces más fuerte que el de la Tierra.
"Si nos pusiéramos en órbita alrededor de Europa y la estudiáramos, la radiación probablemente acabaría incluso con los componentes electrónicos más resistentes a la radiación en uno o dos meses", explica Evans.
En su lugar, los responsables de la misión desarrollaron una forma de que la sonda orbitara Júpiter en armonía con la luna helada, una especie de dúo cósmico que ayudará a preservar sus instrumentos de la exposición prolongada a la radiación castigadora.
"Así, cada seis veces que Europa gire alrededor de Júpiter, o cada 21 días, estaremos en el punto exacto del universo para estar justo al lado de Europa", explicó Evans. "Y cada sobrevuelo será diferente, por lo que podremos obtener una cobertura casi global de la luna".
Pero el equipo tendrá que armarse de paciencia. Antes de llegar a Júpiter, la nave pasará primero por Marte y luego volverá a girar alrededor de la Tierra, aprovechando la gravedad de ambos planetas para adentrarse en el espacio.
Europa fue descubierta en 1610 por el astrónomo italiano Galileo Galilei. Este cuerpo helado es la cuarta mayor de las 95 lunas conocidas de Júpiter.
Varias sondas espaciales han realizado observaciones de Europa con anterioridad -incluidas las misiones Voyager 1, Voyager 2 y Galileo de la NASA-, pero ésta será la primera misión específica a la luna y la primera vez que la NASA estudie un mundo oceánico más allá de la Tierra.
Buratti llevaba mucho tiempo esperando este hito, ya que escribió su tesis sobre Europa cuando era estudiante de posgrado en la Universidad de Cornell en los años ochenta.
"En realidad, sólo llevo dos años y medio en esta misión. No empecé en ella", dijo. "Pero estoy encantada de volver a algo que me resulta tan querido y cercano. Es realmente un sueño".
Esta nota fue publicada por NBC News en inglés. Puedes ver la nota aquí.