A principios de la década de 1970, Bruce Campbell pagó $25,800 por 10 acres de terreno en Hillsboro, un suburbio de Portland, en Oregon.
El ingeniero eléctrico, que ahora tiene 73 años, le dijo a CNBC que su sueño comenzó cuando vio un cementerio de aviones en televisión cuando tenía 15 años. Fue allí que decidió que quería vivir en un avión.
En 1999, Campbell estaba listo para seguir adelante con su plan, pero no tenía idea de cómo hacerlo, así que contrató a una empresa de salvamento para que le encontraran un avión.
“Fue el peor error que cometí. Nunca volveré a hacerlo. Las compañías de salvamento son lo peor”, dijo Campbell. “Recomiendo comprar un avión intacto y completamente funcional, quizás sin los motores”.
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Tras meses buscando un avión, la empresa le encontró a Campbell un Boeing 727 con asientos para 200 pasajeros, con un espacio interior de 1,066 pies cuadrados y que pesaba 70,000 libras. Lo hallaron en Grecia y es una especie de pieza histórica para Estados Unidos.
El avión fue utilizado para trasladar los restos del dueño de la aerolínea, Aristóteles Onassis, en 1975. El magnate griegoargentino estaba casado con la exprimera dama Jacqueline Kennedy Onassis al momento de su muerte.
Campbell dijo que pagó $100,000 por el avión, el cual llegó volando desde Grecia hasta Oregon. Una vez listo, el avión fue remolcado hasta el terreno de Campbell atravesando las calles del centro de Hillsboro. Ese proceso incluyó la remoción de sus motores y otras partes para que el avión no volviese a volar. El costo total se estima en $120,000.
“Cuando vives en una estructura como esta, te sientes un poquito más satisfecho con tu vida”, dijo. “Y si eres ingeniero, científico o cualquier persona que aprecie la elegancia y belleza de la tecnología aeroespacial, entonces se vuelve un lugar feliz para vivir”.
GASTÓ $15,000 Y TARDÓ 2 AÑOS EN CONVERTIR EL AVIÓN EN UNA CASA
Campbell dijo que le agregó al avión una ducha, un lavabo, un lavarropas, refrigerador, y usa un carrito de comida del avión como su despensa.
En lugar de una cocina, Campbell tiene un microondas y un horno eléctrico, el cual apenas usa, según dice él.
“Soy un nerd. No cocino, así que el sector de la cocina es muy pequeño”, aclaró. Aledaño a la cocina tiene un sofá cama, el cual utiliza como habitación y como sala de trabajo.
Sus gastos mensuales son de $370, lo que incluye $220 al mes en impuestos a la propiedad y entre $100 y $250 al mes en la factura eléctrica.
Campbell dijo que pasa su tiempo arreglando computadoras viejas, reparando sistemas eléctricos en el avión, y dando visitas guiadas de su exótica casa a sus visitantes.
“No me arrepiento de nada de lo que hice para seguir mi sueño. Creo que la humanidad abrazara esta visión de que se pueden reutilizar los aviones una vez que se retiran de servicio”, dijo.
Campbell dijo que también quiere tener un avión en Japón, donde pasa parte de su tiempo.
“Pretendo poner allí un hogar, en el lugar y con la gente que adoro. Lo único que me faltaría sería recuperar la juventud”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Celia Fernández y Beatriz Bajuelos Castillo para nuestra cadena hermana CNBC.com. Para más de CNBC entra aquí.